Son menús por semanas y bimensuales. Los hacemos así porque la temporalidad es uno de los factores principales dentro de nuestro proyecto, por eso tenemos un máximo de dos meses de rotaciones para poder ofrecer un menú equilibrado y con las temporalidades al día, es una forma de conectar con el ciclo natural de las estaciones.

Incluimos verduras y hortalizas porque son bajas en calorías, pobres en grasas, ricas en vitaminas y minerales. Equilibran, aligeran y dan volumen a las comidas. Además, tienen una gran cantidad de propiedades, aromas y sabores.

Nuestros menús aportan la cantidad correcta de fibra dietética, asegurando también el adecuado contenido en calcio. En cada menú, incluimos alimentos ricos en este último mineral para mantener un equilibrio perfecto entre calcio y fósforo.

Introducimos hortalizas crudas y frutas de temporada para elevar el nivel vitamínico de nuestros platos.

Los platos también contienen las dosis justas de proteínas recomendadas, por eso, no se combinan grandes cantidades de alimentos con alto valor proteico, ni hacemos menús bajos en proteínas.

Elaboramos una guía para confeccionar menús que atiendan alergias, intolerancias o dietas especiales.